viernes, 18 de marzo de 2016

La Noche Oscura del Alma




Noche oscura




(San Juan de la Cruz)


En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


Poema cristiano del siglo XVI correspondiente a la denominada literatura mística española."La amada" representa el alma que se une con "lo divino" a través de la oscuridad: "a escuras", "la noche".Cruzar la noche es la única forma de unión con lo sagrado, pero esta oscuridad es la "noche dichosa", "noche amable más que la alborada". Una oscuridad acogedora y serena. No se habla aquí de una oscuridad intimidante, sino más bien de la oscuridad como cobijo, lejana a los sentidos.
La noche oscura del alma habla del desapego, de dejar de lado todo lo que creemos ser (amores, odios) para hacernos uno con la experiencia mística de unión con el todo creador.
¿Puede existir algo más difícil que esto?

¿Existe algo más inalcanzable para nuestro ego que olvidarse de todo lo que creíamos ser?
Aquello que amamos, nuestros seres queridos, pero también los enemigos que nos hemos fabricado. Todo lo que sentimos que otorga sentido a nuestras vidas (aspiraciones, sueños, logros académicos, etc.)
Todo eso queda atrás en la noche oscura del alma. Para morir y nacer de nuevo hay que cruzar la noche, hay que atravesar la oscuridad que te lleva a la dicha y a la trascendencia.
Incluso un monje cristiano lo pudo ver siglos atrás y escribir un poema sobre ello. Un monje cuya religión sólo nos habla de luz... nos recuerda que la sabiduría se esconde en nuestros interiores.
Hay que apagar la luz de vez en cuando...






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