lunes, 29 de febrero de 2016

Primera Lección de Brujería.




-No es una polilla.
-Pero si la veo clarísimo, no puede ser otro insecto.
-No es polilla, ni insecto, ni ninguna clase de animal. Cuéntame, si en este momento fueses un bebé y ves "eso" ¿qué me dirías que es?
-...Ehhh...creo que no podría decir nada porque no habrían palabras para describirlo...
-No habrían ni palabras,  ni nada... sólo eso que ves y los sentimientos que te arranca.
-Entonces ¿las polillas no existen?
-....jajajaja... sólo existen en la medida en que tú quieras que existan.
-¿y cuál es esa medida?
-La medida de tu voluntad. Es que...la voluntad lo es todo. El universo es como es porque así lo queremos. Nuestra voluntad dicta sus leyes. Pero nuestra voluntad fue arrebatada desde muy pequeños y cuesta trabajo recuperarla. Cuesta demasiado trabajo... una vez capturada la voluntad se abre la magia, este es el camino del brujo.
-¡quiero entrar en la magia!¡quiero conocer sus secretos!
-Primero debes morir...porque cuando descubres el secreto, sientes como si te hubiesen asesinado...

jueves, 18 de febrero de 2016

Más Preguntas Sobre el Árbol.






La antigua religión judía y con ella la nueva religión judía (llámase cristianismo) asesinaron al árbol y las características positivas y de renacimiento que significa en otras culturas:

El árbol del bien y del mal, del paraíso, tenía un carácter especial dentro del Edén más no divino. Fue el lugar desde donde la serpiente descarrió a la humanidad entera y la condenó a la existencia tal como la experimentamos ahora.

Las antiguas religiones paganas pre y post biblicas ennoblecían y sacralizaban el valor simbólico del árbol entendiéndolo como un lazo con la divinidad.
El génesis lo hace caer a tierra y lo vulgariza transmutando la ingesta de sus frutos (la manzana) en un acto de perdición y ambición.

Aunque la manzana entregaba el conocimiento absoluto del bien y del mal, podemos destinguir el vínculo y el carácter negativo con que se asocia en la biblia al árbol y sus frutos.

Ahora bien, podemos enfocar el tema desde otra perspectiva. Si entendemos como sagrado el árbol del conocimiento de bien y del mal que había en el Edén, ¿no significa esto que dicho arbol representa al desterrado Lucifer? 

Él fue el padre de la humanidad tal como la conocemos hoy, con dolores e incomodidad, muy lejos del paraíso prometido, porque fue bajo su follaje donde se selló el destino del hombre. Sus frutos desencadenaron el castigo eterno. Fue el árbol el responsable. Fue el rebelde, fue el malo.

El árbol fue el culpable, pero a su vez fue el que nos hizo abrir los ojos al conocimiento.

El árbol del génesis hizo sagrado al símbolo luciferino.



Historias de Pájaros.



"Yo veo las formas de mí mismo, como varios hombres transformándose eternamente" Libro de los Muertos, Antiguo Egipto.


Los pájaros, esas sutiles y frágiles criaturas que logran hacer algo imposible para nosotros: volar por sus propios medios; han sido siempre motivo de atención para nuestros antiguos ancestros.
¿Qué veis en un pájaro?
La libertad, pero más que eso. Vemos el alma. La liberación del alma que alcanza lo sublime. Un pájaro es el alma manifestada físicamente y exteriorizada por el único medio que tenemos como universo hecho conciencia que somos: nuestro aparato sensorial.
Por eso el pájaro también es muerte. La muerte de lo terrenal para hacerse esencia eterna. El mito del Ave Fénix explica con claridad este viaje repetido ad infinitum.
La muerte es la libertad a las ataduras de la carne y de los sentidos, es renunciar al mundo del demiurgo. Es hacerse pájaro y echarse al vuelo.

Esa noche escuché un pájaro, un pájaro que no cantaba. Reía y azotaba con furia sus alas contra su cuerpo. Me asusté, intenté ir a verlo, pero no estaba, se esfumaba. Sin embargo la risa y los aleteos seguían presentes.
Recordé al Tue-tué, el viejo mito del ave-brujo que anuncia la muerte y lo invité a cenar la noche siguiente. Dice la leyenda que hay que hacerlo para espantarlo y evitar que te lleve con él.
Al momento el oscuro animal dejó de molestar, sólo sentí un fuerte batir de alas que se alejaba. De nuevo me acerqué a la ventana para verlo, pero nada. Parecía como si los sonidos que escuchaba sólo estuviesen en mi cabeza (¿aparato sensorial?).
(Tu mente te está hablando de un pájaro. Escucha tu conciencia: hay mucho más tras la imagen o los sonidos).
A la noche siguiente yo esperaba al brujo a tomar el té, pero apareció mi hermano. ¡sí, mi hermano! ¿Es que acaso mi hermano era el brujo? No lo creo...
Bueno, hablamos de cosas triviales, nos reímos y nada... luego se retiró y nada... yo tampoco le comenté algo relacionado con el tema.
Hay cosas que quedan en la superstición. La diferencia está en creer o no. Yo creo que el pájaro fue sólo una alucinación noctámbula. Sí. Eso creo.


(Yo no lo creo. Yo creo que escuché a la muerte, a mi propia muerte, que me recordaba su presencia y cercanía. Tan cercana como la vida, lo banal y lo gracioso. Tan viva como la visita que recibí al otro día: Durante tu vida, jamás olvides a tu muerte, pues sino ella vendrá a recordartela).


: CREER ES CREAR.



miércoles, 3 de febrero de 2016

El Viejo Árbol Sacro.




¿Porqué un árbol? ¿porqué a través del origen de las civilizaciones llegamos a lo mismo siempre?: El árbol y su sacralidad. ¿ de qué forma la imagen y existencia del árbol entra tan fuertemente en nuestra psique? ¿qué nos intenta decir la imagen?

Un árbol, su forma espigada, llegando a alturas imposibles para cualquier animal, es una unión, un deseo, una arcana fraternidad: la tierra y el cielo. Lo cotidiano y lo excepcional, lo ordinario y lo superior.

 No por nada el cielo está por sobre nuestras cabezas, es lo imposible, lo inalcanzable y supremo. La tierra es vulgar y sucia. El árbol hace el vínculo. Nos da la oportunidad de acercarnos a aquel lugar y sentirnos un poco mas limpios.

La misma analogía simbólica la podemos observar en la imagen de la montaña o de los edificios (recuerdo la torre de Babel). La búsqueda de lo supraterrenal, la comunión con lo sacro y eterno en la infinitud del cielo diurno y nocturno.

Pero el árbol tambien tiene otra cara o dualidad, porque sus raíces se hunden en la tierra para comer. Él se alimenta del cielo (sol) y de la tierra (nutrientes, agua). Vive por su ambiguedad, recibe la vitalidad desde lo alto y desde lo bajo, desde la luz y desde la oscuridad. Én el se representa claramente la ley hermética "Lo que es arriba, es abajo".

El árbol es la imagen de cualquier ser viviente y su constante trascender entre los dos polos, llámense positivo-negativo, bien-mal, luz-oscuridad, dios-diablo, yin-yang. (Nombres para describir esta dualidad indescriptible).

El árbol es la viva imagen de cualquiera de nosotros, la imagen de nuestra psique y nuestro pulular por este plano.

Cada árbol esconde un secreto y tiene un espíritu viviente en él. No pases por esta tierra sin haber plantado uno. ¡escapa del cemento! ¡admira a los árboles y sé como uno!¡oscurécete y llénate de luz!

martes, 2 de febrero de 2016

Escrutinio a los Dioses.







Hay un gran tesoro escondido dentro de nuestros corazones, algunos hablan de un segundo cerebro. Una sapiencia unida a un sentimiento. Un cerebro antirracional, antiesquemas e indómito.
Un lugar oscuro e inexplorado por donde se tejen estados de ánimo y emociones. Un lugar gobernado por algo intangible, pero demasiado real. Tan real que de ello surge la experiencia vital misma. El vivir y el ser, todo pende de este sitio desde donde los estados mentales son dirigidos por algo, o alguien.
Porque ¿quién es dueño de sus propios sentimientos? Creo yo que nadie. Hay sujetos capaces de dominarlos en situaciones puntuales, como algún practicante de meditación trascendental u otras disciplinas similares, pero en alguna instancia, como buenos seres humanos que somos, caemos bajo el influjo emocional y nada puede detenerlo.
Ahora, ¿desde donde vienen estas sensaciones tan ligadas a lo humano y tan transversal a toda historia y cultura conocida?
La ciencia intenta explicar el origen, pero cae en un pozo sin fondo. ( ¿el huevo o la gallina?) Afirma que impulsos nerviosos causan estados mentales y un sinnúmero de reacciones químicas. Pero no responde a la pregunta y se queda coja.
¿desde donde surjen estos sentimientos?
Yo tampoco vengo aquí a dar la respuesta, más quiero dejar la incertidumbre. 
¿existen algunas fuerzas mayúsculas a las cuales pertenecemos cuando nos entregamos a nuestras emociones?
Volvemos al pasado y volvemos a encontrarnos con los dioses: del amor, del odio, de la belleza, de la fuerza... etc.
¿será que alguna entidad numinosa toma dominio de nuestra vida para su propio beneficio?
Quizas jamás lo sabremos o quizas sí, porque nuestros ancestros ya lo tenían claro, pero nuestra esclavitud a "lo racional" nos deja ciegos e incrédulos. 
Hay que mirar hacia el pasado...
Mientras seguiré entregándome a sentimientos y dejarme llevar como el mar se lleva los peces muertos.

lunes, 1 de febrero de 2016

Preludio al Invierno.


¿QUÉ ES LO QUE SE MUEVE?
LA BANDERA...


¿y a ti quién te dijo que era el viento el responsable del vaivén que hace caer las hojas de los arboles en otoño?
¿ Porqué piensas  que el soplo del Sur es el director de este incansable movimiento, de este último aplauso unísono y amarillento que decanta la clorofila en muerte?
Claro, en algún momento se te dijo, y se estampó en tu cabeza como una verdad. Como muchas otras verdades prefabricadas para hacer más simple y equilibrado tu corto paso por este planeta. Para no tener que ver lo otro. Lo siniestro. Aquello que duele y que da asco, eso que esta presente aquí, frente a nuestras narices, visible para cualquiera, oculto tras la cotidianidad.
Aquella caricia, aquel sonido, todo tiene una explicación edificada con antelación, para no partir tu frágil realidad. Para no hacerla caer en pedazos. Para sostener mejor la mentira.

¿ves lo que  quieres ver? No. Ves lo que te enseñaron a ver. Es mucho más cómodo, pues ya está explicado. La tarea ya está hecha, sólo es cuestión de aprenderla bien y aplicarla de forma adecuada sobre tu noción de "Lo Real".

EL VIENTO..

Hay una serpiente. Un ser lo suficientemente largo como para deslizarse por entre las copas de los árboles y llevarse consigo el verdor de las hojas. Trae la muerte año tras año. Trae el otoño y el eterno descenso. La letanía sincopada del hielo, del frío y de lo húmedo.
Es esta serpiente la fuente de energía creadora y primordial, la llegada de los días invernales, el retorno al origen, el recogimiento interior, lo oscuro y oculto que existe dentro de la vida.
También representa al desapego. Aquella dolorosa idea de dejar de lado seres y cosas queridas, abandonar el regocijo que da lo material. Olvidar lo estival y lo banal de los calores del verano.
La serpiente te invita a cabalgar sobre sus escamas a través de ondulantes colinas y vertiginosos quiebres en un oscuro y profundo viaje hacia ti mismo y tu belleza oculta.
¡Jamás ignores el cántico que entonan los árboles en otoño, porque ese cántico que confundes con los vientos del sur, anuncia la llegada de la serpiente!

O TU MENTE????...