martes, 2 de febrero de 2016

Escrutinio a los Dioses.







Hay un gran tesoro escondido dentro de nuestros corazones, algunos hablan de un segundo cerebro. Una sapiencia unida a un sentimiento. Un cerebro antirracional, antiesquemas e indómito.
Un lugar oscuro e inexplorado por donde se tejen estados de ánimo y emociones. Un lugar gobernado por algo intangible, pero demasiado real. Tan real que de ello surge la experiencia vital misma. El vivir y el ser, todo pende de este sitio desde donde los estados mentales son dirigidos por algo, o alguien.
Porque ¿quién es dueño de sus propios sentimientos? Creo yo que nadie. Hay sujetos capaces de dominarlos en situaciones puntuales, como algún practicante de meditación trascendental u otras disciplinas similares, pero en alguna instancia, como buenos seres humanos que somos, caemos bajo el influjo emocional y nada puede detenerlo.
Ahora, ¿desde donde vienen estas sensaciones tan ligadas a lo humano y tan transversal a toda historia y cultura conocida?
La ciencia intenta explicar el origen, pero cae en un pozo sin fondo. ( ¿el huevo o la gallina?) Afirma que impulsos nerviosos causan estados mentales y un sinnúmero de reacciones químicas. Pero no responde a la pregunta y se queda coja.
¿desde donde surjen estos sentimientos?
Yo tampoco vengo aquí a dar la respuesta, más quiero dejar la incertidumbre. 
¿existen algunas fuerzas mayúsculas a las cuales pertenecemos cuando nos entregamos a nuestras emociones?
Volvemos al pasado y volvemos a encontrarnos con los dioses: del amor, del odio, de la belleza, de la fuerza... etc.
¿será que alguna entidad numinosa toma dominio de nuestra vida para su propio beneficio?
Quizas jamás lo sabremos o quizas sí, porque nuestros ancestros ya lo tenían claro, pero nuestra esclavitud a "lo racional" nos deja ciegos e incrédulos. 
Hay que mirar hacia el pasado...
Mientras seguiré entregándome a sentimientos y dejarme llevar como el mar se lleva los peces muertos.

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